martes, 9 de febrero de 2010

Gracias por el espacio.


No voy a cuidar de mi misma, no me importa mi bien en absoluto, no importa si tengo pesadillas esta noche o talvéz la siguiente, y el resto de las noches. No me interesan las infecciones ni las estúpidas pastillas, no siento el oxido, ni los cielos purpuras, mi sangre puede ser bebida como agua, es liviana. No siento nauseas al ver mi rostro desbanecerse y valancearse como un viejo diario, de esos que ya no lloran por causa de hojas vacías y desgastadas, bajo soles y noches oscuras-
Esos que en silencio perduran esperando algún que otro recuerdo emocionante, que pierde importancia... para mi.
No, no importa si caigo otra vez y mis manos van perdiendo fuerza, y si la escéncia vacía me lleva con ella al aislamiento, no me interesa si me sumo a la indiferencia otra vez, no me interesa comenzar desde hoy a destruirme el cerebro con una piedra. No me importa desangrarme por completo y dejar de respirar..
Estoy besándole los pies a tu presencia, estoy cuidándola del efecto zero, estoy intentando parchar tu corazón y no importa cuanto salga..

Cada vez que su voz tiembla, me olvido de mis grietas, cuando su voz tiembla me pregunto por qué deben jugarle esas malas pasadas, porqué no llegué para servir a su pasado de escudo. Quiero proteger su sangre, su oxígeno.
Cada una de sus cicatrizes me cortan el interior con la fuerza de un látigo golpear, no entiendo, no puedo creerlo como puede estar esto pasandome. Cada una de sus marcas me acercan a un momento suicida, un momento que deseo que no ocurra, tu cuerpo como el de un niño, tu cuerpo machacado bajo la nieve blanca, esa blancura que hace sonreír, pero menos a ti,
Debajo de la escarcha, siendo parte de la tierra junto a tu piel casi de una tonalidad azulada, tu vida y tu odio desgarrando las piedras..
Por qué no te alejaste cuando debías hacerlo... -siempre esperaste ese apoyo que jamas llego- Por qué tu voz tan hermosa y dolida debía complementarse con el viento, perdiéndose en los arboles.
Exigías tan solo un poco de presencia, debiste esperarlo suficiente como para estar cerca de la muerte, no voy a dejarte caminar cerca del fuego, no voy a dejar que tu piel se caliente como el sol, no, no mientras yo exista. Mi amor.
N a d a e s m á s i m p o r t a n t e.

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